Ternura

on 26 Julio 2018
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Sentimiento ante las personas, cosas o situaciones que se consideran merecedoras de un amor o un cariño puro y gratuito, por su dulzura, debilidad o delicadeza.
Cariño, amor, afecto o amabilidad que una persona expresa por determinadas cosas, animales o por alguien, se lo designa con el término de ternura.

De los múltiples registros con los que nos podemos comunicar hay uno en concreto con el que sentimos la calidez, signo de inocencia en las intenciones, es la manera en la que nos mostramos sensibles a eso. Ha sido el despertar de una actitud amorosa, ciertamente incondicional, posiblemente acompañada por un afán de protección, es un algo que nos hace vulnerables. Es uno de esos sentires de la aceptación completa, en el que otro tipo de intereses quedan al margen.
Es un abizcocharse, de gesto suave, y es que este algo tuyo me toca muy adentro y que lo permito y lo muestro, sin vergüenza por el hecho de permitirme esta honda sensibilidad.
Es posible que ni todas las palabras consigan atinar, quizá solo aproximarse, con la descripción de tan humano sentimiento. Es bajar la guardia, reconocer lo importante que eres para mí, un sentimiento además de humano humanizante.
Cuantas veces he imaginado a personas que han hecho cosas terribles con otras personas, por cuestiones de ideología, de ejercicio del poder, muchos de ellos auténticos monstruos, en su entorno familiar y querido, envueltos y accesibles por este común comportamiento. Todo un ejercicio para mi escueta tolerancia.
Es la Ternura.
Ser vulnerable a la ternura no es una característica que se haya valorado, contemplado en el pasado, dentro del ranking, como un atributo deseable o necesario. Más bien un padecimiento, un peligro, que puede poner en riesgo, aflojar, la necesaria tensión con la que tenemos que afrontar la vida en una sociedad claramente competitiva. Al parecer priman otros intereses más urgentes y desde esta perspectiva más reales.
Si la ternura no está presente es posiblemente una de las pérdidas más importantes entre los atributos que nos humanizan, es una enfermedad, la pérdida del contacto con el alma humana.
Mostrar vulnerabilidad ha parecido en el pasado un signo de debilidad, perdiendo relieve y valor la percepción de matices delicados, sutiles, hermosos, dignos de aprecio de aspectos de la existencia que nada tienen que ver con el poder, la fuerza, la intensidad, la competitividad.
Es el simple hecho de apreciar todo aquello que por el simple hecho de existir, por pequeño o frágil que se pueda mostrar, tiene la virtud de tocarnos por dentro, de despertar en nosotros el cariño, la apreciación de la belleza y el afán por proteger y cuidar eso.
De hecho es la clave para distinguir, desde un punto de vista interno, lo que es importante de lo que no lo es.
En este universo del mundo de los sentires, son muchas las cosas que nos pueden tocar por dentro. Desde las personas, además en diferentes aspectos de relación, aportan su cupo de ternura.
Las relaciones afectivas que comportan cariño, con intimidad compartida o sin ella, la amistad, la familiaridad, los niños que suponen una fuente inagotable de ternura. Es la forma de demostrarles que son queridos, que atenderemos sus necesidades. Los animales, la natura...
Abrir la puerta a la ternura supone abrirse a la Vida, y es posible que reconozcamos fuera la Vida que nos hemos permitido sentir, o que reconocemos por dentro.
Posiblemente el baremo de la ternura sea la incondicionalidad, si hay condiciones o requisitos un algo cambia de algo, la ternura se desdibuja para convertirse en otra cosa.
Tampoco tiene que ver con la ñoñez o la sensiblería, la impostura o la interpretación de un rol, si carece del signo de lo genuino y real queda en un amago, en un intento vacío, externo, formal, y carente de realidad. Si es gracias a un esfuerzo queda solo en eso, en esfuerzo.
Mostrarse tierno es darse permiso para sentir y para mostrar ese sentir, y del inmenso abanico de los sentimientos están próximos, en la zona, donde se sitúan la bondad, la inocencia, la inofensividad, el cariño, el aprecio, rozando esas cotas tan humanas y a veces tan ninguneadas que están próximas al Amor. Continuará..
Jesús López Mindeguia "Brihaspaty"