CÓMO SANAR EL DOLOR. PARTE1: SENTIRLO

on 14 Marzo 2023
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ARTÍCULO DE CÓMO SANAR EL DOLOR Y LOS PASOS PARA ELLO. SOBRE LA DESCONEXIÓN DE LAS PERSONAS DE SU SENTIR 

AINARA M.REVILLA

 

Son muchas las personas que llegan a terapia buscando aliviar sus dolores, mitigar sus síntomas, sean estos cualesquiera. En realidad, todas las personas, acudamos o no a un espacio profesional, procuramos de alguna manera “mantener a raya” aquellas emociones, pensamientos, situaciones,... que nos generan malestar. Es esta una condición profundamente humana, animal.

Con dicho objetivo, el de alejarnos de lo que nos duele, a lo largo de nuestro recorrido vital hemos ido adquiriendo un sinfín de estrategias que nos distancian de eso que no queremos sentir (ver, vivir, experimentar...). Mantenernos ocupadas todo el tiempo, comer o beber en exceso, ver la televisión, mirar el móvil, ir de compras, resolver los problemas de los demás, dar explicaciones racionales a todo, quitar importancia a las cosas y hacer chistes constantemente, saltar de una relación a otra, hacer todo lo que los demás esperan de nosotras, meditar para no afrontar, tomar medicaciones para dormir, para estar activas, para no sentir ansiedad,...

Nos hemos vuelto expertos y expertas en DESCONECTAR: desconectarnos de nuestros sentidos, y desconectarnos de nosotras y nosotros mismos y de nuestra interioridad. Y lo hacemos con la mejor de las intenciones, claro está.

Pero la realidad es que, en el mejor de los casos, aún en nuestro fuero interno notamos que “algo anda mal”. Y digo en el mejor de los casos porque, por suerte, eso nos viene a señalar que todavía quedan asuntos por atender en nuestra intimidad. Nuestros síntomas son una llamada de atención para que nos paremos a mirar(nos), y es ahí y entonces que surge la posibilidad de sanar.

Cada dolor emerge de una herida. Y, como ocurre con las heridas físicas, las emocionales no curan bien si no se les aplica el tratamiento adecuado.

No prestarles atención, taparlas para que no se vean, ignorar las señales de afección,... no son alternativas de curación. Por el contrario, a menudo estas pautas pueden provocar una infección. De la misma manera, nuestras heridas interiores necesitan ser atendidas y cuidadas. Necesitan que les demos un espacio, que las observemos, que nos volvamos a CONECTAR.

El dolor emocional, como el físico, no aparece porque quiera fastidiarnos, su misión es advertirnos de que tengamos cuidado. Nos informa de que en ese lugar hay algo delicado que precisa de asistencia y consideración y que requiere ser escuchado, y no cesará en su empeño hasta que se le dé el trato apropiado.

 

No hay atajos ni recetas mágicas ni curas milagrosas en el tratamiento de nuestros dolores humanos, no los hay al menos en lo que concierne a lo profundo y anímico. Para sanar el dolor hay que sentirlo. Este es el primer paso a dar.

(Continuará...)

 

Ainara Martínez Revilla.

Psicóloga y Terapeuta Gestalt, perteneciente al equipo del Centro Creciendo